I have decided to create two different series for my blog, besides my regular posts. The first one is “Beyond Engineering”. In this series, I would talk about other things that are not engineering related, but that still influence my career and lifestyle as a professional engineer.
To start this series, I have decided to select a post that my mom requested.
Why not be the princess, but also the super-hero?
The biggest stereotype, that just doesn’t go with me, is the fact that I am a too feminine to be an engineer. The world has made it seem almost impossible to be feminine while being an engineer. I do my make-up. I do my hair. I buy “trendy” and flattering clothes. I enjoy going shopping and wearing dresses. It’s not like the curling wand is burning my neurons away. I also get down to work. I love problem solving. I studied my books. I earned my degree. I could not picture myself doing anything else other than being an engineer. I am both a princess, but also an engineer superhero.
Many other female engineers might do the same. Some others prefer not to, and that is okay. We all have different hobbies and interests outside engineering. It is all up to our preference, but it shouldn’t be up to what society thinks you should be like or look like. I myself, enjoy pampering myself. It is relaxing to get ready in the mornings and do my make-up, and it gives me confidence knowing that I am put together with clothes I like.
However, I am very dorky. While I enjoy hair and make-up, I could never be a model or an actress, etc. I am very shy. But I also enjoy challenges… So, I enrolled myself in a Scholarship pageant back in 2016.
There were a couple of reasons why I joined this pageant:
- It was a scholarship pageant, so it focused on supporting us in our education and the prize was a scholarship!! $$$
- It was pageant targeted towards supporting Mexican girls. I got to represent my city of origin and learn more about the country where I was born.
- I saw it as an opportunity to spread interest in the STEM field by being a contestant pursuing engineering.
- It was a challenge, I wanted to see if I could do it. It was completely unrelated to my major, yet it was something that interested me.
So, I signed up. Attended the practices. But I soon came to the conclusion that I was not meant for this pageant world. I didn’t know how to walk like a model. I didn’t like speaking in front of people. I was not good at promoting the pageant to help get sponsors. I did not seem to fit in as well. I was utterly frustrated. I didn’t quite fit into the engineering world, but neither did I in this fashion community. I was ready to walk out.
But I stayed. I wanted to prove myself that I could do whatever goal I set for myself. That it was not up to others to decide whether I could do something. So, I put everything I had into this pageant. I practiced my speeches in the car while driving to school. I spent all summer practicing my old gymnastic skills to show as my talent. I would sit for hours in the library researching and working on my research paper about the Mexican state that I represented: Nuevo Leon. I was determined.
Yet, I was still terrified of that day. I would never be able to speak in front of that many people. I was ready to just not show up. It was the night before, and I was panicking in my car thinking that I couldn’t do it. But I had worked so hard to not do it. So, there I was the following morning. Getting ready to break one more stereotype.
I gave it my all that day. But the doubts never went away. Just as I thought I hadn’t done good enough, I received the scholarship and was crowned first place. I hadn’t just made it through, I made it to first place! I was beaming with happiness.
After that, I spent the next year participating in community events. I shared my goals with other girls in hopes to inspire them. I wanted to show that even though I was wearing a crown, I was also intelligent and valued my education the most.
I am now away from pageants. I enjoyed this time. I was very thankful for the support this pageant gives to young Mexican girls. While, I didn’t have to prove to anyone that I could win a pageant in order to be girly, I enjoy saying that I am an engineer, I have been an pageant queen, and I can do whatever I want to be.
While this was a pageant experience that I just shared, I feel like the same thing applied to my education. And it applies to whatever else you might be interested in pursuing. You might feel like you don’t belong, or that it might be too difficult. You can do it, and you don’t need approval from anyone to be the female you want to be.
SPANISH
He decidido crear dos series diferentes para mi blog (aparte de mis publicaciones habituales). El primero es “Más allá de la ingeniería”. En esta serie, hablare sobre otras cosas que no están relacionadas con la ingeniería, pero que aún influyen en mi carrera y estilo de vida como ingeniera profesional.
Para comenzar esta serie, he decidido seleccionar una publicación que mi mamá solicitó.
¿Por qué no ser la princesa, y también el superhéroe?
El mayor estereotipo, que simplemente no va conmigo, es el hecho de que soy demasiado femenina para ser ingeniera. El mundo ha hecho que parezca casi imposible ser femenina mientras se es ingeniera. Me maquillo. Me arreglado el pelo. Compro ropa “de moda” y favorecedora. Me gusta ir de compras y usar vestidos. No es que la curling wand esté quemando mis neuronas. También me pongo a trabajar. Amo resolver problemas. Estudie mis libros. Obtuve mi título. No podía imaginarme haciendo otra cosa que no sea ser ingeniera. Soy una princesa, pero también una superheroína ingeniera.
Muchas otras ingenieras podrían hacer lo mismo. Otras talvez prefieren no hacerlo, y eso está bien. Todas tenemos diferentes pasatiempos e intereses fuera de la ingeniería. Todo depende de nuestra preferencia, pero no debería depender de lo que la sociedad cree que yo debería ser. disfruto mimarme. Es relajante alistarme por las mañanas y maquillarme. Me da confianza saber que estoy vestida con ropa que me gusta.
Sin embargo, soy un poco torpe. Aunque disfrute arreglarme el cabello y maquillarme, nunca podría ser modelo o actriz, etc. Soy muy tímida. Pero también disfruto los desafíos …así que, me inscribí en un certamen de becas en 2016.
Hubo un par de razones por las que me inscribí a este certamen:
1. Era un concurso de becas, que se enfocaba en apoyarnos en nuestra educación y el premio fue una beca. $$$
2. Era un concurso dirigido a apoyar a las niñas mexicanas. Pude representar a mi ciudad de origen y aprender más sobre el país donde nací.
3. Lo vi como una oportunidad para difundir el interés en STEM al ser una concursante que estudiaba ingeniería.
4. Seria un desafío, quería ver si podía hacerlo. No tenía nada que ver con mi carrera en absoluto, pero era algo que me interesaba.
Entonces, me inscribí. Asistí a las prácticas. Pero pronto llegué a la conclusión de que no estaba destinada a este mundo de certámenes. No sabía caminar como una modelo. No me gustaba hablar delante de la gente. No era buena promocionando el concurso para ayudar a conseguir patrocinadores. No parecía encajar tan bien. Estaba completamente frustrada. No encajaba en el mundo de la ingeniería, pero tampoco en esta comunidad de moda. Estaba lista para salir corriendo.
Pero me quedé. Quería demostrarme a mí misma que podía hacer cualquier meta que me propusiera. Que no dependía de otros decidir si podía hacer algo. Entonces, puse todo lo que tenía en este concurso. Practicaba mis discursos en el auto mientras conducía a la escuela. Pasé todo el verano practicando mis viejas habilidades de gimnasia para mostrar mi talento. Me sentaba durante horas en la biblioteca investigando y trabajando en mi trabajo de investigación sobre el estado mexicano que representaba: Nuevo León. Estaba determinada.
Sin embargo, todavía estaba aterrorizado de ese día. Nunca podría hablar frente a tanta gente. Estaba lista para huir. Fue la noche anterior, y estaba sentada consumida en pánico dentro de mi auto pensando que no podría hacerlo. Pero había trabajado muy duro para no hacerlo. Entonces, allí estaba yo a la mañana siguiente. Preparándome para romper un estereotipo más.
Lo di todo ese día. Pero las dudas nunca se fueron. Justo cuando pensaba que no había hecho lo suficiente, recibí la beca y me coronaron en primer lugar. No lo creía, ¡llegué al primer lugar! Estaba radiante de felicidad.
Después de eso, pasé el año siguiente participando en eventos comunitarios. Compartía mis metas con otras chicas con la esperanza de inspirarlas. Quería demostrar que, aunque llevaba una corona, también era inteligente y valoraba más mi educación.
Ahora estoy lejos de los concursos. Disfruté haber participado. Estoy muy agradecida por el apoyo que este concurso brinda a las jóvenes mexicanas. Aunque no tenía que demostrarle a nadie que podía ganar un concurso para ser femenina, disfruto decir que soy ingeniera, que he sido reina de certámenes, y que puedo hacer lo que quiera ser.
Aunque lo que acabo de compartir es mi experiencia mientras competía en un certamen, siento que lo mismo se aplica a mi educación. Y se aplica a cualquier otra cosa que te pueda interesar. Puedes sentir que no perteneces, o que puede ser demasiado difícil. Pero… puedes hacerlo, y no necesitas la aprobación de nadie para ser la mujer que quieres ser.
Latina Engineer 